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24 de septiembre de 2018

Centro de Sangre reconoció altruismo de mujer penquista que donó 38 veces

El viernes 14 de septiembre, último día hábil previo a Fiestas Patrias, fechas en que se busca mantener un stock suficiente de componentes sanguíneos para enfrentar los festivos, fue la jornada que Rosa del Rosario Quián Betancourt eligió para realizar su última donación altruista de sangre, tras cumplir los 65 años de edad y tramitar su jubilación.

Fue en 1978 cuando Rosa donó por primera vez. Tenía 25 años. En aquel entonces, un familiar directo sufrió un accidente y requería con urgencia transfusiones de diversos componentes sanguíneos. “En esos años había que pagar por la sangre”, relató la mujer.

– ¿Qué la motivó a ser donante de sangre? Nosotros necesitábamos sangre para un hermano y nos pedían mucha plata para dar sangre. Entonces yo me ofrecí voluntaria y no dejé de hacerlo nunca más. Me comprometí y nunca más falté, incluso aunque no me llamaran yo venía sola”, recordó resuelta la ahora dueña de casa.

A 4 décadas de aquel accidente, Rosa recibió el reconocimiento de funcionarios y donantes que la mañana de ese viernes también acudieron a entregar su aporte sanguíneo a la Casa del Donante de calle Enrique Molina # 45.

Fue el Subdirector de Gestión de Donantes, Miguel Ángel Muñoz quien le ofreció palabras de agradecimiento a nombre de la dirección del Centro de Sangre Concepción, por su constante aporte en beneficio de enfermos de toda la Macro Red. “A nombre de nuestra directora y de todos los que trabajamos aquí, le damos infinitas gracias por su dedicación y entrega desinteresa y porque nos ayudó a recuperar a cientos de pacientes con sus donaciones regulares”, le manifestó el médico.

Finalmente, Rosa recibió un caluroso aplauso de otros donantes más jóvenes con quien aprovechó de compartir su experiencia, les motivó para continuar ayudando al prójimo e hizo un llamado a toda la comunidad: “que se comprometan, pero de todo corazón para que así puedan ayudar a otras personas que realmente lo necesitan, es gratificante y uno se siente feliz porque sabe que su sangre sirve”, dijo emocionada por su última vez colaborando de esta manera.

Cabe recordar que la toda persona sana que tenga entre 18 y 60 años de edad, que pese más de 50 kilos y que se encuentre apta en la entrevista médica pre donación, puede ser donante. Los hombres pueden donar hasta cuatro veces en el año y las mujeres, hasta tres. Su aporte será de 450 ml. de sangre, un 10% del total de la que circula en su organismo. En casos excepcionales, como el de Rosa, que era una donante altruista con excelentes condiciones médicas probadas, algunos adultos pueden donar hasta los 65 años.