Menú Principal

¿Cómo se reemplaza la sangre?

En cada donación se extraen aproximadamente 450 ml de sangre, lo que representa el 13% del volumen sanguíneo. Tras la donación su cuerpo tiene una capacidad asombrosa de reemplazar las células y los fluidos perdidos. Cada segundo se fabrican y mueren millones de glóbulos rojos. Para ello, unas células especiales llamadas peritubulares ubicadas en sus riñones, al pesquisar que el nivel de oxígeno ha descendido (debido a la pérdida de glóbulos rojos), comienzan a secretar una proteína llamada eritropoyetina. Esta proteína viaja a través del torrente sanguíneo hasta llegar a la médula ósea (ese tejido suave y graso que se encuentra dentro de los huesos). La médula ósea produce las células madre que son las piezas fundamentales a partir de las cuales el cuerpo fabrica las distintas células de la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. La eritropoyetina envía una señal a las células madre informándoles que deben desarrollar más glóbulos rojos que glóbulos blancos o plaquetas. En estos últimos, una serie de otras proteínas mensajeras estimulan la producción de estas células en la médula ósea y, en pocos días, sus niveles vuelven a la normalidad.

Ingesta de líquidos

El volumen sanguíneo constituye aproximadamente el 8% de su peso. Alrededor de 55 % de la sangre corresponde al plasma y, a su vez, éste está constituido en un 90 % de agua. Por lo tanto, si bien usted dona casi medio litro de sangre, prácticamente la mitad es agua. Por esta razón es tan importante que ingiera unos 500 ml de líquido justo antes de donar e inmediatamente después. Debe reemplazar lo perdido para que su volumen sanguíneo vuelva a la normalidad. Los riñones también juegan un rol en el control del volumen sanguíneo regulando las cantidades de sodio y agua a través de la orina.